Contexto: un cambio de paradigma en la interacción digital
Del SEO al GEO: la nueva frontera de la búsqueda con IA
La optimización tradicional (SEO) evoluciona hacia el Generative Engine Optimization (GEO). Ya no basta con aparecer en los primeros resultados de búsqueda: ahora es crucial estar presentes en las respuestas generadas por motores impulsados por IA.
El resultado de búsqueda es menor cuando hay resúmenes generados con IA. Esto exige un nuevo enfoque en la optimización de contenidos, adaptado a los modelos generativos.
Cuatro ejes que marcan el nuevo paradigma
- Interfaces inteligentes
Los agentes conversacionales ya no solo responden: asesoran, recomiendan, venden de forma cruzada y resuelven dudas en tiempo real, generando experiencias digitales más fluidas y nativas. - Personalización en tiempo real
Contenidos, productos, precios y recorridos se adaptan dinámicamente al comportamiento del usuario. Landings, banners y mensajes se convierten en experiencias vivas y personalizadas. - Automatización inteligente de la experiencia
Email marketing y mensajería alcanzan un nuevo nivel gracias a la IA: comunicaciones 100% personalizadas y predictivas, que anticipan necesidades y sugieren acciones antes de que el usuario las exprese. - Reimaginación del journey digital
Los buscadores evolucionan hacia asistentes personales de compra, transformando la UX y redefiniendo la relación entre personas y plataformas digitales.
Este nuevo escenario refleja un cambio de comportamiento profundo: el usuario ya no busca información, sino respuestas inmediatas. Y eso lo cambia todo.
Caída de las búsquedas tradicionales y transición del SEO al GEO
El resultado de búsqueda es menor cuando hay resúmenes generados con IA
Presión en la conversión y la rentabilidad
Durante el encuentro también se analizaron nuevas métricas de conversión en el sector retail. Según datos de Adobe Analytics sobre el mercado norteamericano, el tráfico impulsado por IA aumentó un 12% el número de páginas vistas por visita entre julio de 2024 y febrero de 2025.
Sin embargo, este incremento de tráfico no se traduce directamente en mayores conversiones: la tasa de conversión en retail descendió del 43% en julio de 2024 al 9% en febrero de 2025.
Este nuevo entorno plantea la necesidad de herramientas específicas para monitorizar la posición en las consultas generadas por IA, ya que el GEO requiere nuevas métricas y metodologías de análisis. Algunas prácticas del SEO clásico siguen siendo válidas, pero deben complementarse con estrategias adaptadas al ecosistema generativo.
Marketing personalizado con IA: la propuesta de JAKALA
En este contexto, presentamos Amelia, nuestra plataforma tecnológica para ayudar a las marcas a generar contenido y experiencias personalizadas a gran escala.
Como explicó Diego Cenzano:
Existen herramientas gratuitas en el mercado, pero en entornos corporativos es esencial que se integren adecuadamente y se adapten al proceso interno de cada organización
A pesar de su enorme potencial, la adopción de la IA presenta retos significativos:
- Silos de datos y departamentos, que dificultan alimentar correctamente los modelos.
- Ausencia de casos de negocio claros, que permitan justificar la inversión y calcular retornos tangibles.
- Pérdida de control y dependencia tecnológica, con el consiguiente temor a delegar decisiones críticas en sistemas automatizados.
- Miedo al cambio y necesidad de adquirir nuevas competencias, que requiere una evolución cultural y formativa.
Interfaces de intención: el nuevo lenguaje del usuario
El usuario está transformando su forma de interactuar con Internet y con los activos digitales. Antes, para diseñar un coche, debía seguir una secuencia de comandos —elegir pinceles, aplicar colores, realizar clics—. Ahora, todo cambia: basta con expresar la intención, por ejemplo, ‘quiero que me diseñes un coche’. Ya no hacen falta botones: todo se basa en el lenguaje”. Este cambio marca una auténtica evolución en la manera en que las personas se relacionan con la tecnología.
En esa línea, Agudo subrayó la importancia de aprovechar el potencial de las nuevas interfaces. El error, señaló, está en “poner el foco únicamente en la IA desde el punto de vista tecnológico, sin atender lo suficiente al usuario final ni a cómo se enfrenta a esta nueva forma de interacción”. Muchos usuarios, añadió, aún no saben cómo expresar correctamente lo que desean, y las pocas interfaces diseñadas para este nuevo paradigma basado en intenciones no están teniendo en cuenta esas dificultades. De hecho, aproximadamente un 30% de las interacciones con IA generan frustración, ya que los usuarios perciben que no están comunicándose de manera efectiva con el sistema.
Para dar respuesta a este reto, en JAKALA hemos desarrollado un prototipo híbrido que combina comandos e intenciones y ofrece respuestas sugeridas que orientan la interacción. De este modo, una búsqueda como “viaje a Lisboa” puede complementarse con opciones como “viaje con amigos”, “viaje en familia” o “viaje solo”, haciendo la experiencia más intuitiva y reduciendo la frustración del usuario. Como destacó Agudo, “el verdadero reto está en diseñar experiencias híbridas que combinen lo conversacional con elementos tradicionales de navegación”.
Del clic a la conversación: un nuevo salto en la interacción digital
En la última parte del desayuno, Carlos G. Liberal destacó que la llegada de la inteligencia artificial generativa representa “el primer cambio verdaderamente relevante en décadas en la forma de interactuar con la tecnología”, un salto comparable al paso del ratón a la pantalla táctil.
Midiendo lo invisible: nuevos KPIs en la era de la IA generativa
El encuentro concluyó con una reflexión compartida con el público sobre la necesidad de redefinir las métricas de éxito en la era generativa. Las mediciones tradicionales —como clics, impresiones o tiempo de permanencia— resultan cada vez menos representativas en un entorno donde la interacción puede producirse directamente con un agente conversacional o un motor de IA generativa.
Como se destacó durante la sesión, “ahora debemos determinar cómo medir el impacto a partir de la información que obtenemos; los KPIs clásicos ya no son suficientes, y es momento de establecer nuevos indicadores que reflejen el verdadero valor de la interacción con la inteligencia artificial”.