Desde el año pasado ya estamos viendo cómo muchas webs experimentan un retroceso en su tráfico orgánico, especialmente desde buscadores. No parece explicarse solo por los ajustes del algoritmo de Google, sino por una transformación más profunda en la forma en que las personas buscan y obtienen respuestas.
Cada vez más personas están recurriendo a herramientas de IA para resolver sus preguntas sin pasar por los resultados tradicionales. La gran diferencia está en que el usuario ya no necesita navegar: obtiene la respuesta dentro de una conversación (con citas y enlaces integrados). Eso implica menos clics a sitios web, menos impresiones en la SERP (Search Engine Results Page) y una redistribución del tráfico de referencia.
Desde nuestro equipo de CRO, algunos análisis internos que llevan haciendo durante meses ya están mostrando una caída progresiva del tráfico orgánico hacia las webs, mientras las personas formulan sus consultas directamente en entornos de IA como ChatGPT o Perplexity.
Aunque el impacto todavía es limitado, la tendencia es clara: la IA empieza a intermediar entre usuario y marca, abriendo un nuevo canal donde el descubrimiento y la conversión podrían llegar a producirse sin pasar por la web.
Ahora toca experimentar (y rápido) con la visibilidad en entornos de IA, entendiendo cómo los modelos de lenguaje seleccionan, citan y enlazan contenido.
With the launch of ChatGPT Search, OpenAI has stepped directly into the arena of search engines, offering users a way to get a straight answer without digging through cluttered search results or browsing websites.
- Kevin Indig, Chat GPT Search -
